ONU llama a los chilenos a aceptar la inmigración irregular y cuestiona a los ciudadanos de Iquique

Durante la semana pasada, las regiones de Arica y Tarapacá se vieron fuertemente sacudidas por el levantamiento de la población en contra de los desmanes y problemas que genera la crisis migratoria en el norte de nuestro país.

Después de que la comuna de Colchane fuera una de las localidades en las que ganó fuertemente la opción por el RECHAZO a una nueva constitución chavista para Chile, esa pequeña localidad fronteriza con Bolivia ha sido fuertemente castigada con una sucesión interminable de hordas de inmigrantes irregulares, en su mayoría venezolanos, que huyen del régimen de hambre de Maduro en Venezuela. Entre los miles de inmigrantes indocumentados que no cesan de llegar ha aumentado la cantidad de aquellos de ellos que son narcotraficantes, delincuentes e incluso sicarios, así como también chavistas dispuestos a sumarse a las acciones de guerrilla urbana que afectan a nuestro país en medio de las actuales revueltas contra nuestro orden institucional y republicano.

Una gran cantidad de estos inmigrantes se han instalado en Arica e Iquique, instalando carpas en playas, calles y plazas, realizando todo tipo de actos insalubres y llenando de ruido y suciedad las principales ciudades del norte de Chile, especialmente Iquique, cuya población se encuentra ya colapsada por esta situación, debido la inseguridad que esta inmigración acarrea. Vecinos denuncian cómo los inmigrantes los amedrentan y se toman las esquinas para asaltar y realizar contrabando de drogas.

Fue en esta situación que se viralizó un video en el cual se aprecia a un inmigrante atacando de forma cuasi-homicida con una manopla a un carabinero, siendo esta la chispa que encendió la rabia de la comunidad iquiqueña que ha salido a las calles a protestar, mientras que los gremios transportistas han realizado cortes en la ciudad, paralizando actividades. Por su parte, los pobladores de Alto Hospicio han cortado las rutas con barricadas para exigir al gobierno de Piñera que ponga orden, lo cual sigue sin ocurrir.

Por ello, se ha visto como las personas de Iquique han expulsado con sus propias manos a algunos inmigrantes de las plazas y playas, incluso quemando las carpas de algunos de estos invasores. Sin embargo, la ONU, que frecuentemente interviene en las soberanías de los países supuestamente en nombre de los derechos humanos, ha salido a criticar a los vecinos de Iquique y llama a aceptar la inmigración irregular con tolerancia. El burócrata Eduardo Stein que ejerce como Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indicó: “ninguna persona merece ser discriminada. Construir una cultura de paz que promueva la coexistencia y el respeto por la diversidad es tarea de todos y todas quienes componen una comunidad”.

Además, Stein hizo un llamado a las autoridades indicando: “es importante que las autoridades y los líderes de opinión promuevan el respeto por la diversidad, al tiempo que constituyen un apoyo tanto a las personas en movilidad como a las comunidades que generosamente las reciben”.

Finalmente, el burócrata condenó categóricamente que la población de Iquique saliera a defenderse de esta verdadera invasión que los afecta.

Actualmente ACNUR opera en Chile a través de una red de “Ciudades Solidarias”, un programa dedicado a unir a municipalidades en todo el mundo para instalar en ellas un aparato burocrático dedicado a la recepción de inmigrantes, los cuales, independiente de su cantidad, documentación, o delitos cometidos, no deben ser bajo ningún motivo expulsados del país. A esta red pertenecen en Chile las comunas de Arica, Estación Central, Santiago, Ñuñoa, La Pintana, Recoleta, Peñalolén, Valparaíso, Concepción y Talcahuano, las cuales ya han adquirido un compromiso con la ONU de recibir eventualmente a toda la inmigración posible, sin importar la opinión de los vecinos al respecto.

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