Políticos se disponen a la ofensiva final para robar el 90% de las pensiones de los chilenos
Los senadores de extrema izquierda Alejandro Navarro, Yasna Provoste, Juan Ignacio Latorre, Ximena Órdenes y Alfonso De Urresti presentaron en mayo del presente año un proyecto para crear un sistema estatal de pensiones propio de países donde el socialismo ha causado verdaderos desastres humanitarios.
El sistema propuesto no solo es malo en su fondo, sino que para llevarse a cabo se requiere la expropiación del dinero de los trabajadores y el colapso del sistema financiero del país, escenario propicio para la descivilización y el paso hacia la miseria de miles de chilenos.
Es preciso recordar que el proyecto de Navarro y los socialistas que lo secundan vino solo en reemplazo de un proyecto presentado por la comunista Camila Vallejo que declaraba los fondos de pensiones como “de interés nacional”, un eufemismo para llevar a cabo la expropiación.
Tras la votación favorable en el Senado para el retiro del 10% de los fondos de las AFP con apoyo de senadores desleales de centroderecha da luz verde a que se siga avanzando en el proyecto de Navarro, mientras la guerrilla urbana y grupos terroristas vinculados al anarquismo insurreccional hace alarde de proseguir la violencia hasta que la expropiación del dinero de los trabajadores se lleve a cabo.
La capitalización individual es el sistema de pensiones que Chile instauró en la década de 1980, en ese entonces existían más AFPs, con una rentabilidad mayor a la actual y que llegaron a rentar unos asombrosos 18% en algunas ocasiones, y lo mas importante, esos dineros son inexpropiables gracias a nuestra tan maltratada Constitución, la cual vela por impedir la interferencia de los poderes políticos donde no les corresponde.
Las modificaciones de Ricardo Lagos, junto al legado de la Concertación, Sebastián Piñera y Michelle Bachelet debilitaron irremediablemente tanto el sistema de capitalización individual como la integridad de nuestra Carta Magna con el fin constante de volver a concentrar las vidas de las personas en las manos de los políticos.
El sistema de capitalización individual es completamente superior frente a la inversión de la pirámide demográfica, existiendo cada vez más personas inactivas laboralmente frente a las activas, por ende ¿estarían los chilenos dispuestos a pagar un 40% de su sueldo para financiar un sistema sostenido por la mala administración del Estado que debe velar por una población envejecida cada vez más numerosa frente a quienes trabajan? Considerando además que la productividad, los salarios, la inflación y el empleo se verán seriamente afectados por la insurgencia neocomunista en curso y el experimento constitucional que están dichos insurgentes llevando a cabo.