OPINIÓN: Estamos frente a una oportunidad histórica, por Juan Pablo Arrieta

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Después de un año de asedio, ha caído la fortaleza. Hoy nos toca abandonar el lugar que defendimos por tanto tiempo, para asumir una posición que, si bien es cierto es dolorosa, puede también constituirse en una gran oportunidad.

También se puede entender como una posición mucho más cómoda, hemos dejado atrás esas murallas que limitaban nuestras libertades, nos hemos abierto a un mundo inmenso y sin fronteras. En él deberemos edificar las bases de nuestro futuro como como hombres libres.

Mientras tanto, al interior de la fortaleza, aquellos acostumbrados a vivir del esfuerzo ajeno, se estarán dando el festín consumiendo todos aquellos pertrechos que quedaron abandonados sin pensar que ellos son finitos. Cuando se den cuenta de todo se ha terminado, querrán salir a exigir a aquellos que en extramuros ya habremos nuevamente creado riquezas, su derecho a ser mantenidos. Ese será el momento de sitiar la fortaleza, no para conquistarla, sino para evitar que esta manga de parásitos encabezados por los políticos de siempre vuelvan a explotar a la verdadera clase trabajadora y enriquecedora representada por todos aquellos amantes de la libertad, el honor, y la patria.

Esta tremenda derrota, la debemos tomar como una gran oportunidad, siempre la posición del sitiador es más cómoda que la del sitiado. Al abandonar la vieja fortaleza se nos abre un campo enorme sin límites donde la vieja fortaleza no es más que una pequeña mancha en los vastos campos de la libertad. Durante este año donde codo a codo hemos resistido nos ha permitido darnos cuenta que no estamos solos, somos miles los patriotas amantes de la libertad, que estamos dispuestos a seguir luchando por un mundo libre donde cada cual pueda elegir su propio destino. Mañana deberemos levantarnos con más confianza y fuerza que nunca as seguir persiguiendo nuestros sueños por un mundo mejor y libre de parásitos que sigan chupando la sangre de los oprimidos trabajadores de la libertad. Viva la libertad. Nunca nos rendiremos.

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