Izquierdista Pablo Ortúzar busca la eliminación definitiva de la estatua del General Baquedano
El antropólogo izquierdista Pablo Ortúzar ha dado un nuevo paso en su infiltración académica en círculos de centroderecha con la finalidad de llevar a ese sector político hacia el progresismo gracias a la ignorancia que los políticos de dicho sector muchas veces padecen.
Esta vez, Ortúzar atacó la imagen del General Baquedano ubicada en la plaza que lleva su nombre y busca avalar las intenciones de la guerrilla urbana terrorista de remover el monumento que representa los valores patrios para impulsar la erección de otro monumento que simbolice los antivalores vulgares de la insurrección.
Según el columnista que es considerado un gran referente debido a su rol en el think tank centrista IES, frecuentemente consultado por Chile Vamos y el piñerismo, los chilenos estamos sufriendo un estado psicológico muy negativo y que hay que hacer algo para levantar el ánimo, desconociendo de plano y de forma conveniente que Chile vive una insurrección terrorista que busca implantar una nueva forma de totalitarismo.
Ortúzar indicó a El Mercurio que para salir de la negatividad hay que "tratar de empezar a construir símbolos de este nuevo acuerdo, de esta nueva convivencia, es algo positivo, algo bueno. Tenemos la oportunidad de usar la Plaza Italia, especialmente a la estatua del general Baquedano, que involuntariamente mucha gente no tiene idea quién es, que además es un sepulcro —a mí me parece de muy mal gusto que un sepulcro esté involucrado en medio de toda esta cuestión— como un primer símbolo de un nuevo Chile, pero de un nuevo Chile para todos. No como un espacio de división, sino como un espacio de encuentro y de compromiso hacia adelante".
Bajo toda esta verborrea, el izquierdista tomado por los medios como derechista menosprecia todo el sentido patrio de la figura del General Baquedano y la tumba del Soldado Desconocido que reposa bajo ella, además da por hecho que se va a gestar un “nuevo acuerdo” cuando en realidad se están imponiendo las aspiraciones ideológicas de grupos violentistas por sobre los destinos de miles de chilenos que respetan su patria y sus instituciones tal cual son.
Este tipo de discurso viene a reforzar la tesis del fracaso de los think tank de centroderecha frente al progresismo y la infiltración de intelectuales de izquierda que buscan “renovar” la derecha solo haciendo que acaten los mandatos del izquierdismo contemporáneo. En el caso de Ortúzar era de conocimiento público que se formó en el anarquismo insurreccional y entró como supuesto “converso” a la elite de la centroderecha, donde es venerado y escuchado con reverencia, siendo que tal como lo ha demostrado, no ha cambiado sus posturas ideológicas fundamentales originales.