Futura ministra de la mujer Antonia Orellana estuvo involucrada en ataque insurgente a la Catedral de Santiago en 2013
La izquierdista ultra radical Antonia Orellana fue la escogida por las cúpulas que rodean a Gabriel Boric como próxima ministra de la mujer, cargo con el cual la izquierda en todos los países impulsa reformas de autoritarismo feminista, el cual tiene entre sus características el odio a la libertad de culto, debido a que el feminismo como doctrina política pregona el desprecio a las religiones, especialmente el cristianismo.
En ese contexto no es de extrañar que, tal como ha revelado El Líbero, Orellana fue una de las involucradas en el ataque insurgente que afectó a la Catedral de Santiago el día 25 de julio de 2013 cuando se celebraba la misa del Apóstol Santiago, patrono de nuestra capital. En este sagrado evento se encontraban el arzobispo Ricardo Ezzati, quien dirigía la misa, y la ex alcaldesa de Santiago, la socialista Carolina Tohá.
Durante la misa, un grupo de doscientas personas, principalmente mujeres feministas, entraron al lugar causando desmanes, agrediendo y saboteando la celebración religiosa. El objetivo del ataque fue denostar a los creyentes católicos y exigir el supuesto derecho a matar a seres humanos dentro del vientre materno, motivo por el cual frecuentemente los izquierdistas, que desprecian la vida humana, chocan con las creencias religiosas y la doctrina católica.
El hecho fue de tanta violencia que incluso personajes de extrema izquierda debieron simular que estaban en contra, tal como hizo la ex candidata presidencial del Frente Amplio, Beatriz Sánchez. Es llamativo constatar cómo nueve años después los ataques y destrucción de iglesias católicas son vistos con total indiferencia y hasta son más apoyados que antes por la izquierda política.