Alberto Fernández se postra ante el Partido Comunista Chino y compromete a Argentina como su aliado

El socialista Alberto Fernández, quien ejerce como presidente de la República Argentina, sigue en su gira eurasiática comprometiendo a su país, y a la larga a Hispanoamérica en general, con la agenda geopolítica propuesta por Rusia y China, la cual busca eliminar la influencia de Occidente en todo el mundo.

Tras haber comprometido su lealtad con Putin, a quien prometió abrirle las puertas de América Latina para que ejerza su influencia, el socialista llegó a China, donde se reunió con el líder comunista Xi Jinping, a quien también le garantizó su amistad geopolítica. Para Fernández el objetivo estratégico es plantearse como rival y opositor a Estados Unidos y hacer de Latinoamérica un bastión más del imperialismo comunista de los asiáticos.

Para hacer cuajar esta alianza, Fernández comprometió a Argentina en el proyecto de la Nueva Ruta de la Seda, proyecto de comercio internacional con el cual China planea posicionarse como el Estado hegemónico del planeta, lo cual va acompañado del debilitamiento de la cultura occidental y la implementación de nuevas tecnologías de control social que son aplicadas con crudeza en el territorio chino.

Por su parte, esta entrega de Fernández al imperialismo comunista le traerá como beneficio el acceso a cerca de 23.700 millones de dólares para encuadrar a su país en este ambicioso proyecto. También trascendió a la prensa que el argentino bromeó con su superior chino y le habría dicho que si hubiera nacido argentino, habría sido peronista.