Están dadas las condiciones para destituir al Fiscal Nacional Jorge Abbott
El hecho de que la Fiscalía Nacional haya dejado libres a los terroristas capturados valientemente por el pueblo durante la noche del pasado sábado 1 de agosto en la región de La Araucanía vuelve a poner bajo la mira la gestión del Fiscal Nacional, Jorge Abbott, famoso por su mano blanda con la insurgencia antichilena que desintegra al país en una ola de odio, delincuencia y anarquismo.
Sin embargo, el escalamiento de la guerra civil de baja intensidad ha puesto en evidencia que la mala gestión de Abbott no da para más.
Fue durante el 25 de enero de 2019 que el Fiscal Nacional de tendencias socialistas declaró que “no hay terrorismo” en La Araucanía, sino que “hay actos concretos que buscan provocar cierto temor en un grupo determinado de personas”, literalmente dio la definición de terrorismo y a la vez lo negó.
La política de Abbott puede ser la causante de muchas muertes y caos al escalar la insurrección neoindigenista en la zona, la cual puede eventualmente ser justamente frustrada por una acción paramilitar conjunta con las fuerzas de orden compuesta por civiles.
Peor aún, si este escenario se replica en lugares como Santiago y Valparaíso, entre otras ciudades, tendríamos un proceso ciudadano de contrainsurgencia urbana que contrarreste la revolución molecular.
Llegar a ese punto tendría entonces entre otros responsables a Abbott, cuyas palabras ya fueron demostradas falsas, según el artículo 89 de nuestra Constitución Política de la República de Chile: “El Fiscal Nacional y los fiscales regionales sólo podrán ser removidos por la Corte Suprema, a requerimiento del Presidente de la República, de la Cámara de Diputados, o de diez de sus miembros, por incapacidad, mal comportamiento o negligencia manifiesta en el ejercicio de sus funciones. La Corte conocerá del asunto en pleno especialmente convocado al efecto y para acordar la remoción deberá reunir el voto conforme de la mayoría de sus miembros en ejercicio.”
Literalmente está en manos del Presidente de la República poner orden en el país a causa del terrorismo en el sur para que pueda salvar su gobierno, y aprovechando el impulso de la buena gestión del nuevo Ministro del Interior, Víctor Pérez, dé un paso más y libere a la ciudadanía del poder que hoy tienen personas como Jorge Abbott o Benjamín Salas Kantor.