Empresa china compra la distribuidora eléctrica chilena CGE, el gobierno celebra porque supuestamente se valora la seriedad del país
La mañana de hoy viernes 13 de noviembre, la empresa china State Grid se comprometió a la compra de la distribuidora eléctrica chilena CGE por unos US$3.000 millones. Inmediatamente algunas alarmas se encendieron debido al vínculo estricto que hay entre las grandes firmas chinas con el Partido Comunista de ese país, que ocupa el comercio como arma de guerra política para avanzar en su dominio ideológico y geopolítico, estando ya Chile, al igual que otros países de Latinoamérica, tremendamente comprometidos ya con este tipo de avances de los asiáticos en las economías regionales.
El gobierno centrista de Sebastián Piñera, quien dijera que los chinos pueden tener el régimen que quieran, refiriéndose a la dictadura comunista en el gigante asiático, salió al paso utilizando un discurso irrisorio para la ciudadanía. El ministro de energía, Juan Carlos Jobet, indicó inocentemente: "es una clara y nueva señal de que los inversionistas están mirando con buenos ojos las modernizaciones del sector energía y que confían en la institucionalidad y las reglas del juego de nuestro país”.
Lo cierto es que no estamos hablando de inversionistas comunes y corrientes, debido a que la compra de empresas por agentes económicos chinos tienen un claro rol geopolítico. Además, en ese sentido los chinos no necesitan tener confianza en la institucionalidad del país, ya que son otros los aspectos en juego y no solo los económicos. Para el Partido Comunista Chino no existe problema en que un país tenga su institucionalidad por el suelo, como es el caso chileno, sino que al contrario, la fragilidad interna es un negocio en sí mismo para su imperialismo, véase el caso de su presencia en Argentina, Venezuela y gran parte de África.