El gran Novak Djokovic se mantiene firme en su postura escéptica de la inyección y asume de antemano las consecuencias

A un mes de recibir humillación pública por los dictámenes totalitarios del gobierno australiano, el campeón del tenis serbio Novak Djokovic decidió dar sus declaraciones oficiales al medio BBC respecto de su postura frente a la inyección experimental contra el virus COVID.

Recordemos que hace un mes, Djokovic fue capturado por la policía australiana cuando aterrizó en ese país para jugar el torneo Open del presente año y se inició un tedioso proceso de interrogaciones destinadas a expulsarlo de manera humillante de ese país, su “delito” fue no haberse colocado la inyección experimental que dicho Estado oceánico exige de manera dictatorial para entrar al país.

Inmediatamente, muestras de apoyo en todo el mundo se elevaron en honor al campeón por su heroísmo y resistencia contra esta tendencia totalitaria, especialmente en su natal Serbia, donde la población, fuertemente patriótica, desprecia este tipo de imposiciones dictaminadas desde las altas burocracias internacionales. Su padre, Srdjan Djokovic, de forma acertada recalcó la importancia de la altura moral con la que el gran tenista estaba actuando y destacó la loable fe cristiana que motiva a su hijo a resistir este tipo de persecuciones cada día más comunes.

Sin embargo, la prensa oficial y los principales intereses políticos detrás de la inyección siguieron desprestigiando al jugador, lo cual fue seguido por sus propios colegas, quienes celebraron que Djokovic fuera excluido del torneo debido a su alto nivel, lo que les permitía ganar en su ausencia, tal fue el caso del español Rafael Nadal, quien de forma servil aprovechó de hacer apología a la inyección y obtener favoritismo de los medios de comunicación.

En la entrevista Djokovic indicó al respecto: “Sentí esa energía y esas miradas de mis compañeros y gente que estaban en las instalaciones tenísticas, y obviamente, yo entiendo que ellos tienen una percepción que estaba basada en lo que habían visto desde los medios de comunicación”.

Por eso, consultado por las consecuencias de no poder jugar los siguientes torneos por el mismo motivo, Roland-Garros y Wimbledon y de perder esos trofeos, Djokovic indicó que estaba dispuesto a pagar ese precio. Comentó: “Los principios de la toma de decisiones sobre mi cuerpo son más importantes que cualquier título o cualquier otra cosa. Estoy tratando de estar en sintonía con mi cuerpo tanto como sea posible”.

Djokovic se encuentra hoy en día invirtiendo en investigación científica que encuentre una verdadera solución al virus COVID, mientras que el gobierno serbio ha comenzado un justo boicot a empresas australianas.

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