Vanessa Kaiser sobre constituyentes y próximo gobierno: "Lo que ellos quieren es lisa y llanamente el poder total para perpetuarse en él"
En una columna publicada al medio El Líbero, la filósofa liberal y concejal de Las Condes, Vanessa Kaiser, ha expresado sus impresiones sobre el porvenir del país en manos de la asamblea constituyente y el futuro régimen del Partido Comunista a través del autonomista Gabriel Boric.
La pensadora indica, en primer lugar, que la tesis de un reordenamiento apoyado por las Fuerzas Armadas es imposible e irreal, indica: “no hay ninguna posibilidad de que eso suceda, no sólo porque se ha usado el aparato estatal para perseguir a sus miembros tanto por temas financieros (absolutamente menores al lado de los delitos de cuello y corbata de muchos políticos) como para vengar un pasado irremediable sobre la base de ficciones jurídicas. Piense usted que ni siquiera estuvieron dispuestos a apoyar la tesis del “enemigo poderoso” que, en un arranque de honestidad, el Presidente Piñera dijo nos estaba atacando”.
En tal sentido, Kaiser asegura que el orden totalitario que está trabajando la asamblea constituyente beneficiará a la coalición de Boric para eternizarse en el poder: “es evidente que los hilos tras las propuestas de las comisiones no nos conducen al modelo argentino, sino directamente al venezolano. Las reformas que se proponen en la Convención respaldan mi tesis: el Presidente podrá reelegirse, no se respetará a las autoridades recientemente electas, no habrá división de poderes y con el Estado empresario recaudarán lo suficiente como para neutralizar posibles reacciones de la población mientras consolidan su posición en el poder de forma definitiva y total”.
El futuro para nuestro país es lamentable en este escenario, asegura la filósofa que: “el país será inviable económicamente si se aprueba su desintegración territorial, el término de la escasa independencia que conservaba el Poder Judicial, la anulación de las concesiones mineras, forestales, eléctricas y otras que no hayan sido autorizadas por pueblos indígenas y la asfixia a la libertad para emprender y competir”.
Probablemente, la reflexión más relevante de la intelectual en su columna es desenmascarar que esta nueva izquierda ni siquiera tiene fe en su proyecto comunista, sino que buscan imponerse solo por el poder, escribe: “el interés de quienes han tramado el desmantelamiento institucional no es gobernar y avanzar hacia el desarrollo sobre bases redistributivas en la forma de derechos sociales. Lo que ellos quieren es lisa y llanamente el poder total para perpetuarse en él”.