¿Una “alianza” entre Gino Lorenzini y la izquierda radical?
Por: Valentina Morgan
El presidente Sebastián Piñera nuevamente está envuelto en una polémica por supuestas operaciones financieras ilegales, las nombradas triangulaciones, entre Administradoras de Fondos de Pensiones, Administradoras de Fondos de Comercio y otras empresas. Dentro de estas últimas, Sebastián Piñera, su hermano José y su hijo mayor, Sebastián, fueron vinculados en esta denuncia, la que fue destapada tras una investigación de Felices y Forrados Live S.A.
La cara visible de este “emprendimiento” es el ingeniero comercial Gino Lorenzini que se ha hecho conocido durante los últimos 8 años por dar infructuosos consejos a los chilenos, desde la comodidad de su casa en Inglaterra, sobre cultura del ahorro. El día 24 de noviembre, su empresa hizo pública una solicitud de comisión investigadora que, a fin de cuentas, cuestiona la labor de la Superintendencia de Pensiones y especialmente, acusa al Superintendente de Pensiones, Osvaldo Macías, de ignorar las propias normas de la entidad, al permitir las tres triangulaciones dadas a conocer en la transmisión de antenoche por las redes sociales de Felices y Forrados.
Rápidamente la oposición sacó provecho de aquella situación. El diputado izquierdista Pablo Vidal, de Revolución Democrática, solicitó la mañana de ayer citar extraordinariamente al Superintendente de Pensiones para el día 2 de diciembre a las 5:30 de la tarde, para “analizar la denuncia pública sobre una eventual triangulación de dineros entre Administradoras de Fondos de Pensiones, empresas administradoras de Fondos de mercado y otro tipo de empresas, a propósito de la prohibición que tiene las AFPs respecto de invertir, directa o indirectamente, en las propias AFP… y la eventual vinculación que estos hechos podrían tener con el Presidente de la República”. Según la empresa de Lorenzini, en la citación se debiese acusar al superintendente de haber mentido públicamente para encubrir al presidente respecto a su vulneración de los límites normativos del reglamento de inversiones.
Para efectos de esta petición, Vidal se alineó con representantes del resto de la oposición, como la comunista Carmen Hertz, para aprovechar la jugada de Gino Lorenzini y utilizarla con un gran fin político: la destitución de Sebastián Piñera por administración desleal. Esta denuncia ayuda a la oposición, ya que ofrece una poderosa y tentativa oferta para los intereses de la izquierda: por un lado, los ayuda para seguir avanzando en el desmantelamiento del ya bastante reformado sistema de pensiones chileno y, por otro lado, cómo la eventual deslealtad administrativa del presidente Piñera les ayudaría presionar su pronta salida (ya sea por medio de una posterior acusación constitucional o un adelantamiento de las elecciones presidenciales, de noviembre de 2021 a abril de 2021).
Tras bastantes intentos fallidos de la izquierda chilena para destituir al presidente Piñera, se abre una nueva y doble ventana de oportunidades, ya que, incluso si una eventual acusación constitucional a Piñera no prosperara, ya se habrá instalado una nueva polémica en el prontuario de Piñera (tanto económico como político).
Una vez más el Presidente de la República está en la guillotina pública y se podría justificar la necesidad de adelantar las elecciones presidenciales del año 2021, de noviembre a abril, como justamente lo han propuesto estos últimos días los poco democráticos diputados de izquierda, Jaime Mulét, Rodrigo González y el ex candidato presidencial y senador Alejandro Guillier. Con o sin querer, Lorenzini está ayudando a la izquierda a justificar vicios parlamentarios y presionar una salida antes de tiempo de nuestro cuestionado mandatario; la justicia caerá encima de quienes actúen contrarios a las normas, por las vías que correspondan y no gracias a los políticos maquiavélicos.