Sergio Micco reconoce que no hubo "violación sistemática" a los derechos humanos por parte del Estado durante la insurrección de 2019
Después de que el ala ultraizquierdista del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) exigiera su renuncia como director de la misma institución, el demócrata cristiano, Sergio Micco, decidió dar declaraciones vía Twitter respecto de “siete verdades” que debió callar mientras ejercía ese cargo.
Una de estas verdades fue la siguiente: “Hasta el día de hoy nadie ha comprobado que en Chile, el Estado de Chile organizó y ejecutó un ataque masivo a la población civil, pactando la impunidad. No hay ningún informe internacional de derechos humanos que diga lo contrario, ni tampoco el INDH”.
Con esta declaración, Micco desmonta el discurso que usó la ultraizquierda a partir de la insurrección anarco-comunista de 2019 con el fin de desacreditar a Carabineros y las Fuerzas Armadas, siendo su objetivo la abolición de esas instituciones para instalar unas fuerzas de orden políticas serviles a los grupos políticos insurrectos.
A dicho respecto, el centroizquierdista agregó: “El 3 de noviembre del 2019 me vi en la obligación de decir que no creía que habían violaciones sistemáticas, porque falsamente se me atribuyó haber dicho lo contrario y tal mentira se difundió en Chile y Europa”.
En consecuencia, Micco también afirmó que siempre defendió la verdad respecto de la inexistencia de los llamados “presos políticos de la revuelta”, nombre con el cual los grupos de guerrilla urbana denominan a los insurgentes detenidos y encarcelados para liberarlos y volver a reagruparse para atacar a la ciudadanía.
Finalmente, Micco se refirió al complot de la ultraizquierda para removerlo del cargo, puesto que necesitaban que el INDH mintiera para seguir atacando a Carabineros y apelar a la liberación de los insurgentes. Dicho complot incluyó una toma por parte de la sección de secundarios de la guerrilla urbana, coordinada por la organización terrorista ACES (Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios), liderada por el insurgente Víctor Chanfreau.
Al respecto, Micco declaró: “Estas presiones, que incluyeron funas y amenazas de muerte, fueron denunciadas y condenadas por las directivas de las organizaciones de las Defensoría del pueblo de todo el mundo”.