Senado rechaza (por ahora) escaños reservados para indigenistas
El pasado jueves 19 de noviembre, el Senado rechazó la propuesta de la extrema izquierda que buscaba otorgar 25 escaños reservados basados en la ideología del indigenismo, según la cual la autopercepción como indígena funciona como acto de militancia política para deconstruir la república y combatir el capitalismo, por ende estos escaños reservados terminarían siendo un regalo extra de 25 votos para la izquierda política en su proyecto de instaurar un nuevo totalitarismo en Chile.
Esta medida requería 26 votos a favor, pero solo recibió 24, mientras que recibió 15 votos en contra por parte de senadores que al parecer en algo dimensionaron los peligros para la integridad de la patria que significaba esta medida.
Lamentablemente esta votación no significará el punto final para esta iniciativa insurreccional, la elite política en su conjunto está cediendo a la máquina de guerra molecular que necesita imponer este guiño al indigenismo, por lo que ahora se debe pasar a una comisión mixta que defina el tema de los escaños reservados sí o sí, debido a la exigencia de la izquierda.
Cediendo de forma desastrosa, el régimen centrista de Sebastián Piñera buscará reimpulsar esta iniciativa en una mala estrategia para obtener algo de legitimidad, sin considerar que solo se hunde cada vez más. Por ello la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar, indicó que “para hacer realidad la representación de los pueblos originarios la comisión mixta tendrá que estar a la altura el 15 de noviembre”.
Además, de forma absurda e ingenua agregó: “Como gobierno estamos convencidos que este Congreso una vez más cederá en sus posiciones y que no pondrá nada más por encima que pagar la deuda más grande de representación política de nuestro país: la de los pueblos indígenas. Esperamos y tenemos confianza que así será”.
Por otra parte sectores más radicales del indigenismo que están involucrados en la guerrilla rural y el terrorismo rechazan los escaños reservados que les favorecen debido a que su vía insurreccional va por el lado de controlar territorialmente la zona mediante el terror y el homicidio político.