Sacerdote de extrema izquierda Felipe Berríos es acusado de acciones pederastas y se derrumba la credibilidad de los jesuitas
El activista de ultraizquierda y sacerdote Felipe Berríos se encuentra atravesando una delicada situación tras la denuncia de una mujer que lo acusa de haber cometido actos sexuales impropios con ella cuando aún era menor de edad. La denuncia fue transparentada por la misma Compañía de Jesús, organización de la Iglesia Católica a la que pertenece Berríos y que se destaca por impulsar agendas progresistas que nada tienen que ver con su función religiosa.
Debido a la acusación, los jesuitas debieron activar un protocolo establecido por el Centro de Prevención de Abusos y Reparación (CPR) de la misma institución y aclararon: "el Provincial de la Compañía de Jesús en Chile, P. Gabriel Roblero SJ, con fecha 2 de mayo decretó la apertura de una investigación previa canónica, nombrando a la abogada laica María Elena Santibañez a cargo de esta investigación".
Berríos ha destacado por su postura favorable a la inmigración desregulada, de hecho, vive actualmente en el campamento Luz Divina, en la periferia de Antofagasta, que acoge a un nutrido grupo de inmigrantes, lugar donde realiza acciones de activismo y propaganda.
Con motivo de la crisis migratoria que ocurre en el norte del país, Berríos había declarado que era un fenómeno que había que aceptar sí o sí y que el gobierno de Piñera no debía declarar Estado de excepción en la zona porque implicaba un trato inhumano y racista a los inmigrantes, y cuestionó que la población se defendiera de los invasores sugiriendo que la gente lo que debería exigir al gobierno es la relocalización de los inmigrantes para que puedan tener techo y comodidades.
Además, Berríos tenía un activo rol a favor del aborto con el fin de desacreditar la postura oficial de la Iglesia, constantemente indicaba que “la exclusión mata más gente que el aborto” y que “Si hay una mujer que no se la puede, yo tengo que respetarla profundamente. No tiene la obligación de ser héroe y en ese caso yo no la voy a juzgar”.
Este activismo de Berríos concordaba con el rol de la organización jesuita, que continuamente obstaculiza la imposición del Estado de Derecho en el país. Conocidos son sus recursos legales que buscan evitar la expulsión de inmigrantes criminales del país. Esa labor antichilena puede verse enturbiada hoy al exponerse un caso de abuso sexual pederasta dentro de esta institución progresista.
Aún queda por ver lo que resuelve la investigación. Por mientras, Berríos declaró: “Haré todo lo que sea necesario por conocer y aclarar los orígenes de esta denuncia y me he puesto, desde ya, a disposición de la compañía para esclarecer los hechos con la mayor celeridad posible”.