Presidente Trump endurecerá las penas de cárcel para anarquistas que sigan destruyendo monumentos

A raíz de la muerte del afroamericano George Floyd a manos de la policía, se activó en Estados Unidos y Europa un proceso de revolución molecular similar al que se vivió en Chile desde octubre de 2019. Mientras que en nuestro país se entremezcló el discurso marxista de odio de clases y el neoindigenista vinculado al pueblo araucano, en el primer mundo impera un discurso enfocado a lo racial y a la “culpa blanca”, es decir el arrepentimiento de los jóvenes europeos por el viejo esplendor de sus propios países.

Este es el fundamento que lleva a grupos anarco-comunistas, entremezclados con moléculas delictuales e insurreccionales de negros e inmigrantes a destruir los monumentos históricos, con el fin de eliminar la historia y acercarse a sus ideales políticos. Un proceso revolucionario que expertos llaman “decolonización”. Hasta el momento no ha habido un recuento estable de cuantos monumentos han sido derribados por los anarquistas.

Sin embargo, el Presidente Trump, ha decidido decir basta e indicó en un tuit que el Gobierno Federal está autorizado para arrestar a los anarquistas que destruyan monumentos y someterlos a penas de hasta un máximo de 10 años de cárcel, todo esto amparado en su sistema legal.

El presidente aprovechó de recordar que no permitirá que se organice una zona anarco-comunista en Washington D.C. tal como la que existe en Seattle, y que si lo intentan enfrentarán una fuerza importante. Este último mensaje fue absurdamente marcado como abusivo por Twitter, compañía que ha sido centro de la polémica en el mandato de Trump por su continua censura a patriotas de distintos países.

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