OPINIÓN: Por qué yo RECHAZO, por Juan Pablo Arrieta
Si quieres ver verdaderos cambios en tu vida, la única opción es el “RECHAZO” No habrá cambios si no se termina con la clase política actual, tanto de derecha como izquierda.
Hoy miro hacia atrás y en la lejanía, cuando yo entraba en la adolescencia, veo como unos políticos jugaban a la revolución mientras otros jugaban en su contra. Recuerdo la cara de temor de nuestros padres al ver como nuestro país ya pobre caía en una decadencia aún más grande. Los que en ese entonces no sobrepasábamos los 18 años no veíamos la magnitud del problema, solo percibíamos la angustia de los mayores mientras hacíamos interminables colas para obtener artículos básicos y en el intertanto jugábamos una pichanga en el vacío estacionamiento de los pocos supermercados, también vacíos, que existían. Recuerdo como los políticos y de todos los sectores se enfrascaban en inútiles discusiones y estratagemas para salir del hoyo que cada vez se veía más.
Tuvo que intervenir una fuerza externa, los militares, para terminar, con esta catástrofe. Ellos desecharon a los políticos demagogos de todos los sectores, y con algunos pocos, pero bien intencionados comenzaron, no la reconstrucción, sino la construcción de un nuevo país mucho más próspero y con oportunidades como nunca antes se había visto. No importa lo que algunos digan, “Que aumento la desigualdad”, “Que la riqueza alcanza solo para algunos”, “Que no existen oportunidades”. Después de estos sucesos vi un país distinto donde día a día disminuía la pobreza, aumentaba la calidad de vida, y el acceso a bienes de primera, o segunda necesidad cada vez era alcanzado por más y más sectores. Es cierto que los lujos solo fueron alcanzados por algunos, pero que importa que mi vecino tenga un automóvil BMW de última generación, si yo puedo disfrutar, como nunca mis padres lo sospecharon, de un Sub Hyundai que me puede llevar a los mismos lugares que el BMW de mi vecino. Desde ese momento en adelante solo vi progreso y más progreso a tal punto que ya ni siquiera pude percatarme de lo bien que estaba.
Muchos chilenos menores que yo solo han conocido estos tiempos de bienestar por tanto para ellos no existe comparación alguna. Mientras tanto, los nuevos políticos herederos de esos de los que ya habían destruido el sano convivir de los chilenos, atacan de nuevo, promoviendo la envidia y el odio para que ellos puedan seguir gozando de sus privilegios, pretendiendo destruir todo el gran avance de los últimos años. Han montado todo este show de una nueva constitución para coartar la libertad de todos, y por un cambio que decididamente va en el sentido contrario al bienestar y progreso. En este sentido la única alternativa que traerá un cambio positivo es el RECHAZO y de ese modo decir basta a la manga de políticos corruptos de todos los sectores. Basta de sus abusos y prebendas. Basta de seguir con sus vidas de privilegiados pagada a costa del sacrificio de todos nosotros. Váyanse todos a trabajar en el mundo real.
Si gana el RECHAZO, este no será el principio del fin, sino más bien, como alguna vez digiera Winston Churchill, será apenas el fin del principio. Las fuerzas del “progresismo”, pseudo ilustrado, flojo y parasito seguirá su lucha con el fin de destruirlo todo en aras de sus mezquinos intereses. Si gana el APRUEBO, no todo estará perdido. Al día siguiente nos deberemos levantar muy temprano y con más fuerza que nunca, y seguir el camino de la libertad, un camino sin pausa pues si te detienes puedes ser arrastrado por los que van en camino contrario.
El camino a la libertad debe respetar a todos, hasta los que piensen en forma distinta. Cada uno es libre de forjar su destino. Eso si hay que dejar muy claro al que escoja un camino distinto al nuestro que lo debe financiar con su propio esfuerzo y no con el nuestro como lo hacen los actuales políticos parásitos.