Ministro Rodrigo Delgado visita a violentistas que hirieron a Carabineros y dice que son "jóvenes con sueños por cumplir"

Foto: Agencia Uno
Una absoluta indiferencia ha mostrado el Ministro del Interior, Rodrigo Delgado, por los carabineros que resultaron heridos el pasado miércoles 18 de noviembre en un procedimiento en Talcahuano donde fueron agredidos por una turba de menores de edad insurrectos al interior de un hogar del Sename en dicha ciudad.
Tras la extrema violencia utilizada por los insurgentes, los carabineros fueron heridos con arma blanca y uno quedó con su brazo quebrado, debiendo recurrir al uso legítimo de su arma de servicio para dispersar a la horda, quedando heridos dos de los exrtremistas sin mayor riesgo para su salud.
En vista de ello no solo debió renunciar el ex Director General de Carabineros, Mario Rozas, sino que el Gobierno interpondrá una querella contra los carabineros heridos por haberse defendido de los cuasi-homicidas.
Pero esto no quedó ahí, Delgado, además de mostrar nula atención a las víctimas, decidió ir a visitar a los agresores y dio declaraciones ensalzándolos como grandes valores a seguir, todo con el fin de simpartizarle (sin éxito) a la izquierda radical y la guerrilla urbana que se encuentran asediando al Gobierno.
Delgado indicó tras su visita: “Tuvimos una conversación que me reconforta a nivel humano, donde me contaron de su afición por el deporte e historias de su infancia. Ellos no son sólo estadísticas ni números, son personas que tienen sueños por cumplir”.
Además dio una señal de que bajo su gestión el Estado tendrá aún más mano blanda con el insurreccionalismo y mayor indiferencia hacia el destino que sufran los Carabineros, especialmente si intentan cumplir su trabajo: “el Estado está para cuidar y proteger a estos jóvenes” fue su resolución que apuesta por la impunidad absoluta y hasta eventual recompensa por ejercer la violencia política.
Cediendo en materia de rol de seguridad del Estado, Delgado aseguró que se tenía que trabajar en desligar a Carabineros de situaciones de emergencia, cosa de que sean la última opción, dándole así el favor a la izquierda que busca dejar obsoletos gradualmente a Carabineros para disolverlos e instalar una policía acorde a sus intereses de desmoronamiento social y económico.