Medio internacional The Economist aconseja RECHAZAR el proyecto constitucional el próximo 4 de septiembre
El medio británico The Economist, reconocido por su línea socialdemócrata, ha sorprendido este miércoles 6 de julio llamando a la población chilena a votar RECHAZO en el plebiscito del próximo 4 de septiembre, esto tras un minucioso análisis del texto propuesto que fue redactado por la ultraizquierda.
Destaca, por ejemplo, que se califica el texto como “magno error” y “desastre fiscalmente irresponsable y excesivamente progresista”. Se critica, por ejemplo, que “La ‘naturaleza’ tendría derechos. El proyecto menciona el ‘género’ 39 veces. Las sentencias judiciales, la policía y el sistema nacional de salud tendrán que funcionar con una ‘perspectiva de género’, que no define”.
En materia económica se advierte que “el documento es mucho menos favorable a las empresas o al crecimiento que la Constitución actual. Da a los sindicatos el derecho exclusivo a representar a los trabajadores, les garantiza la participación en la toma de decisiones de las empresas y les permite hacer huelga por cualquier motivo”. Y, además, se señala que “el proyecto crea un portafolio de derechos socioeconómicos que podría disparar el presupuesto. Exige la creación de varios organismos nuevos, como un Servicio Nacional de Salud y un sistema de atención desde la cuna hasta la tumba, sin pensar demasiado en cómo se financiarían”.
Ante este caos, el prestigioso medio advierte: “La antigua Constitución chilena no era perfecta. De hecho, ha sido modificada casi 60 veces. Pero comparada con la que se propone sustituir, es un modelo de claridad. Y lo que es más importante, el antiguo proyecto de Gobierno funciona. Desde que se restauró la democracia, Chile ha sido un éxito latinoamericano. El PIB por persona se ha triplicado desde 1990 y la pobreza ha disminuido”.
En suma, se concluye: “En lugar de desechar la vieja Constitución, los chilenos deberían desechar la nueva. Cuando el proyecto se someta a referéndum en septiembre, deberían rechazarlo. La constitución actual se mantendría, y el Congreso mantendría el poder de revisarla gradualmente, por ejemplo, para facilitar la construcción de un fuerte Estado de bienestar. Este enfoque puede sonar poco inspirador para quienes salieron a las calles en 2019 y 2020. Pero a largo plazo es mucho más probable que haga que Chile sea próspero y gobernable”.