La noche de violencia con que la izquierda radical forzó la votación en la Cámara de Diputados por el 10% de las AFP

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La votación del día de hoy en la Cámara de Diputados con la que se aprobó el retiro del 10% de los ahorros de los trabajadores en las AFP y que puede iniciar el derrumbe definitivo de nuestra estabilidad económica, no se desarrolló de forma normal, ya que la izquierda radical condicionó la votación reactivando a la guerrilla urbana y rural a lo largo de Chile e iniciar una insurrección aguda pero de baja escala para amedrentar y chantajear a los políticos de votar a favor de la reforma.

Esta táctica, propia de una revolución molecular disipada, funciona como un disciplinamiento político, es decir, una demostración del poder de violencia del que disponen y que funciona como una amenaza de que podrían activar la guerrilla anarco-comunista completa si no se vota como ellos quieren.

La revuelta insurreccional de anoche comenzó con un llamado a cacerolazos a eso de las 21 horas efectuado por diversos organismos comunistas dispersos en la sociedad civil, para luego dar paso a las barricadas y finalmente la utilización de la guerrilla urbana para asediar con armas de fuego a Carabineros de Chile, efectuar saqueos, incendiar los puestos de trabajo de cientos de personas inocentes y generar terror en la población.

Carabineros hizo el recuento oficial de que hubo 13 saqueos, 60 acciones delictuales, 28 barricadas, cinco ataques incendiarios y nueve desórdenes. Podemos destacar por ejemplo la quema de un bus de Transantiago en Recoleta, la comuna dirigida por el alcalde comunista Daniel Jadue, la quema de una automotora en Lo Prado y la quema de un vehículo de Carabineros en Peñalolén. En total hubo 61 detenidos a lo largo de Chile.

Respecto al ataque a comisarías, las afectadas por el ataque guerrillero fueron la 54 comisaría de Huechuraba, la 52 de Maipú, la 45 de Cerro Navia, la 41 de La Pintana, la Subcomisaría de Teniente Merino y la Subcomisaría de Peñalolén.

En La Araucanía también hubo una noche de terror debido nuevamente a los ataques de la guerrilla pseudo-indigenista de la zona, destacaron un ataque incendiario en el fundo Los Pinos de Mulchén, donde fueron quemados 6 camiones, mientras que en Tirúa una escuela fue completamente destruida por otro ataque incendiario.

La izquierda radical, con la más que notoria complicidad de los partidos de oposición, especialmente del Partido Comunista y el Frente Amplio, se estaría acostumbrando a hacer este ejercicio cada vez que quieran exigir un cambio para llevar a nuestro país hacia el colectivismo extremo, muy probablemente, por ejemplo, durante los días cercanos al plebiscito ilegítimo del próximo 25 de octubre.

Frente a este chantaje violentista nuestros Carabineros y Fuerzas Armadas ni siquiera están facultadas de imponer un mínimo de orden gracias a lobbystas de izquierda instalados en La Moneda como Benjamín Salas Kantor.

Los dardos también apuntan al Ministro del Interior, Gonzalo Blumel quien indicó: “quien no condene la violencia será cómplice”, pero lo que los patriotas de Chile le exigen no es que “condene” la violencia, sino que la detenga.

Revolución Molecular, Pensiones