Izquierda radical quiere llevar el proceso constituyente por fuera de la institucionalidad
Por: El Coto
Las pataletas, las mentiras, y la histeria han caracterizado a un sector de la población chilena sumamente grande. Recetas mágicas y solidaridad impuesta han sido uno de los grandes objetivos de muchos, pero la sobre representación que tienen algunas situaciones, las cuales son contrastadas entre el relato y la verdad, dejan al descubierto muchísimas cosas que son preocupantes.
Por un lado Juan Francisco Galli, quien es el subsecretario del Interior, se refirió a la solicitud planteada por Convergencia Nacional para indultar a violentistas y terroristas, muchos de ellos usados por los políticos desde el octubre del año pasado. Y por la contra parte, voces de la Asamblea Constituyente Ciudadana y la Coordinadora Feminista 8M han expresado su malestar por los resultados de sus votos. Ahora se niegan a acatar el proceso constitucional tal como se había pactado entre los partidos políticos, y se les ocurrió empezar a desvirtuar el proceso fuera de la ya débil institucionalidad que queda en nuestro país. Una verdadera situación de incertidumbre infantil, ya no sabemos con qué se podrá mantener contentos a los jóvenes revolucionarios que siguen repitiendo consignas bastante pasadas de moda.
Tras una entrevista Galli señalo que “cuando se pide un indulto para estas personas, particularmente aquellas que ni siquiera han sido condenadas, que están sujetas a medidas cautelares, que son una minoría las que están privadas de libertad en virtud de una medida cautelar como la prisión preventiva, claramente la señal es totalmente equivocada”. “Aquellas personas que cometieron graves delitos, graves hechos de violencia, incluso utilizando artefactos incendiarios, agrediendo a fuerzas policiales o destruyendo la propiedad pública o privada, van a quedar libre de sanción, creo que eso es una mala señal para el futuro”. Palabras bastante certeras y ya hemos escuchado palabras así de Galli, pero por muy bien intencionadas que sean, se resumen a “ya buscaremos a los culpables” o “será sancionado quien deba ser sancionado”; palabras como éstas también se escucharon durante este fin de semana tras el asesinato del joven carabinero de 24 años.
Entendamos el por qué se quiere indultar a estas personas. Todo lo que ha llevado a cabo la insurrección no son solo lienzos, banderas políticas, pañuelitos o pinturas en las paredes. Los cabecillas y los títeres han demostrado su afán por sus ideas anti carcelarias, ¿no les suena esta frase: “nosotros como sociedad somos responsables”? Algo que suena inofensivo, pero tiene un significado mucho más profundo. El teatro armado por los supuestos “presos politicos”, como si estuviéramos viviendo bajo un régimen de algún tipo, o bueno, si lo estuviéramos, el 80% de los votantes aprobó la redacción de la constitución del tirano Piñera en su dictadura, un completo chiste.
Para poder contextualizar la cantidad de violentistas, jóvenes adoctrinados o algunos terroristas a sueldo que participaron de la insurrección, escuche atentamente las siguientes cifras. Galli indico que ha interpuesto 531 querellas contra 1.774 imputados por diferentes delitos. De este total, 219 fueron por la Ley de Seguridad del Estado contra 1.073 imputados, y solo tres se encuentran en prisión preventiva. De estos 61 en el cómodo arresto domiciliario, 441 con cautelares, 59 condenados, dos sobreseídos y 489 no han sido formalizados aún. No contento con esos, representantes del gobierno y el Instituto Nacional de Derechos Humanos (para algunos) desean trabajar en la elaboración de un proyecto para generar un indulto general.
Por su parte, los otros actores que son más jóvenes, que desean liberar a estos supuestos presos politicos, iniciaron los movimientos para que el proceso constituyente sea a la pinta de ellos, queda claro que no se leyeron los acuerdos, la letra chica como ellos le dicen o simplemente lo sabían y por alguna motivación desean tirar abajo el proceso dentro del margen de la institucionalidad. Javiera Mazi, una de las voceras de la Coordinadora Feminista 8M dice textualmente “saltar los torniquetes del acuerdo por la Paz y la nueva Constitución, que sea un proceso por fuera de la institucionalidad”. Y por supuesto no le podía faltar ese repetitivo “asambleas territoriales”, ellos dicen que son “auto convocadas”, como si la aglomeración de miles de personas nazca de la nada. Matías Sagredo, quien es parte del equipo coordinado de la Asamblea Constituyente Ciudadana, cuestionó el proceso actual y logro entender que es un modelo que tiene letra chica y mantiene a los partidos políticos en el control, algo que muchos sabíamos, pero al parecer muchos jóvenes están flojitos de lectura. Según sus palabras, ellos buscan apelar a que “el pueblo de Chile tenga la posibilidad de elaborar directamente su constitución y no con una Convención que esta hecha a su medida”.
Pero, se imaginan que además de los políticos de siempre, esta sea escrita ciertamente por la tía Juanita, o el jovencito con aires revolucionarios, ¿o un inmigrante que vende super 8 en las calles? Esto sonará políticamente incorrecto, pero hasta el tío Moncho de los Venegas dio un paso al costado y dijo que escribir una Constitución es algo serio; o sea imagínense armar un puente sin ingenieros, vaya usted a poner un pie en el puente, a ver si sale vivo.
El proceso se da por iniciado junto a un pronóstico económico para nada amigable, pero esto siempre se trato de igualdad, dignidad y empatía, nunca de ser un país mejor combatiendo la corrupción y seguir luchando para llegar al desarrollo.