Ultraizquierda quiere asegurarse cupos extraordinarios para manejar la eventual "convención" constituyente
El pasado 29 de septiembre la Comisión de Constitución aprobó, por tres votos contra dos, la indicación que propone 23 nuevos cupos reservados para los pueblos originarios en la Convención Constitucional. Los asientos serán adicionales a los 155, según la disposición aprobada y sumarían 178 integrantes adicionales.
Para algunos se trata de una violación lo planteado antes de la decisión aprobatoria sobre una nueva Constitución y denuncian el uso de los "escaños reservados para pueblos originarios" por parte de la izquierda chilena para llegar más fácilmente a los 2/3. El objetivo es lograr la mayoría para imponer sus reglas.
Estas cuotas (23 cupos) a pueblos originarios de seguro ya están arreglados para maniatar el proceso y pasar aplanadora parlamentaria sobre las nuevas leyes.
El abogado constitucionalista Henry Boys Loeb ha sido una de las voces patriotas que fundamenta esta denuncia. En su cuenta tuiter desarrolló una sintetizada pero clara explicación al respecto a través de un hilo. “El Art. 133 de la Constitución dice que la Convención deberá aprobar las normas y el reglamento de votación de las mismas por un quórum de 2/3 de sus miembros en ejercicio" ¿Cuál es la diferencia entre las normas y el reglamento? Punto clave. Las normas son sustantivas, por lo que si se parte de la teoría de la "hoja en blanco" aquellas materias que hoy tienen rango constitucional que no reúnan los 2/3 salen de la Constitución y bajan a ley simple (tesis de Atria). El reglamento, en cambio, es diferente...” precisó el autor del libro "Pequeño Manual Constitucional"
Boys agrega que el reglamento no existe hoy en la Constitución, es un requisito habilitante para el funcionamiento de la Asamblea (y, por lo tanto, de todo el proceso) y, en consecuencia, si no se reúnen los 2/3 no se puede aprobar. y se frustra todo el proceso.
“Es decir, el asunto pasa por el poder de veto: sobre el reglamento, el 1/3 + 1 está en manos de los patriotas; una vez aprobado el reglamento, el 1/3 + 1 pasa a manos de la izquierda radical para definir las normas de la "nueva Constitución" desde la famosa hoja en blanco”, añadió el abogado constitucionalista.
El senador Pedro de Araya, independiente-DC, y quien defiende la inclusión de los 23 nuevos cupos, reconoció esta tesis de que esta acción fortalecerá las propuestas de la izquierda "Si uno agrega 23 nuevos constituyentes, a los 155 que ya existen, es muy difícil que la derecha pueda mantener el tercio que les asegura poder oponerse a ciertas reformas".
Sin embargo reconoció que no es una batalla ganada. “Si se votara hoy (en la sala del Senado), esto se rechaza porque no están los 26 votos. La pelota la tiene hoy la derecha", confesó el senador antofagastino.
Lo más indignante es que para estos 23 cupos se estarían reservando un total de 14 para los pueblos mapuches, desconociendo los derechos equitativos de otras pueblos originarios como aymaras, Quechua, Atacameño, Kolla, Diaguita, Rapa Nui, muestra del total populismo de la izquierda chilena.