Izquierda inventó un escaño reservado extra para un pueblo registrado históricamente como extinto

De acuerdo a la historia oficial (hoy cuestionada con fines revolucionarios), el pueblo chango se extinguió cerca del año 1890 en Chile, se trataba de pueblos pescadores que habitaban desde la zona de Arequipa en Perú hasta el río Elqui en Chile.
Sin embargo, tal como constata el medio progresista CIPER, desde que empieza la deconstrucción a operar como método de llevar a cabo la desintegración en pro de la guerra social, que ocupa las políticas identitarias de autoafirmación como máquina de guerra, fue en la década de 1980 que empezaron algunos chilenos a “identificarse” como changos.
Posteriormente el asunto se radicalizó y en 2007 varios autoidentificados con la extinta etnia empezaban a organizarse políticamente bajo el paraguas del indigenismo promoviendo una ley que los reconociera. Finalmente, viendo que el proceso neocomunista avanzaba debido a la insurrección antichilena de 2019, estos grupos ideológicamente radicalizados se agruparon en enero del 2020 en la ciudad de Taltal en torno al Consejo (Soviet) del Pueblo Chango.
Con estos antecedentes en mano, la izquierda radical que domina el espectáculo constituyente luego del triunfo del “apruebo” a la demolición de las bases institucionales del país, ha ocupado todas sus herramientas para llenar la convención a cargo de operadores políticos lo más radicales posibles para asegurarse de hacer los cambios necesarios para instaurar una nueva forma de totalitarismo. Una de estas herramientas han sido los vergonzosos escaños reservados para indígenas, lo cual es deconstruccionismo in digenista de manual para llenar cupos de izquierdistas indisputables. Originalmente la izquierda logró posicionar 23 de estos escaños, pero dado que encontraron una oportunidad más en un escaño extra del mencionado soviet de este pueblo extinto, el pasado miércoles 4 de noviembre se aseguraron con este escaño extra.