Izquierda busca incluir voto y escaños para inmigrantes para seguir acumulando poder
En una clásica movida de manual para demoler la república nacional del Estado de Chile e imponer un régimen multicultural, plurinacional y socialista, la izquierda radical ha empezado a ocupar de forma sostenida la máquina de guerra política de los inmigrantes, los cuales son usados con fines políticos por la izquierda radical para tener más votantes y apoyar un proyecto que deconstruye nuestra institucionalidad y destruye los cimientos de la convivencia pacífica entre los ciudadanos.
La Coordinadora Nacional de Inmigrantes, que se ha organizado en torno a oscuras figuras como el guerrillero de Sendero Luminoso Rodolfo Noriega, quien fuera su vocero, ha venido empujando con fuerza esta semana el tema de su supuestamente necesaria participación el la Asamblea Constituyente con la cual la izquierda buscará imponer un nuevo modelo totalitario para Chile.
Esta presión vendría a coronar un proceso que incluye otros elementos propios de la deconstrucción, como por ejemplo la mal llamada “paridad” de género que fomenta la conflictividad por tema de diferencia sexual, y luego se incluyó el elemento indigenista en absurdos escaños reservados, todos ellos manejados por organizaciones que como verdaderos soviets o consejos dominados por partidos políticos de izquierda que usan a los indígenas para tener cupos extras exclusivos para ellos.
Con este tercer elemento, los inmigrantes, el problema se hace aún más complejo, los argumentos que la Coordinadora Nacional de Inmigrantes ha expuesto han sido por ejemplo: “Los/las nacionales no debieran tener el monopolio de la representación política ya que excluir a los grupos migrantes de la vida política – que abre este proceso constituyente- implicará una inadecuada representación de la comunidad social y además potenciará una inadecuada satisfacción de sus propios intereses”.
Más explícito fue el actual presidente de esta organización quien usó el clásico argumento para intentar borrar la identidad nacional que la izquierda usa para debilitar a los pueblos del mundo, este activista de extrema izquierda llamado Héctor Pujols dijo: “nosotros tenemos que ser parte, porque hay mucha gente que llegó a Chile y que no va a volver nunca a su país, y cómo se le podría decir a ellos que ‘usted no puede participar porque nació en otro país’, no tiene sentido este planteamiento… Los chilenos que viven en el exterior también son inmigrantes en otros países.”
Si usted hace el ejercicio de visitar la página del sitio progresista CIPER, podrá ver los verdaderos y siniestros fines ideológicos detrás de esto, en un artículo del 24 de agosto, con el fin de potenciar este discurso indicaron que los argumentos para que los inmigrantes participen son el poder instalar una apuesta plurinacional en un Estado intercultural, y dicen de forma explícita que el viejo modelo de identidad nacional se debe cuestionar, e incluso debe crearse un Estado antirracista. Les cito literal: “Ya no basta con no ser racista de manera individual, el Estado debe caminar hacia constituirse en un país antirracista y crear los dispositivos institucionales que lo hagan posible. Por tanto, realizar acciones concretas que combatan ese racismo. La actual Constitución establece fronteras socio-simbólicas cuando habla de “chilenos/as” como los sujetos-objetos de derecho de manera preferencial.”.
Fíjese usted la forma completamente perversa en la que esta gente define el racismo, usted no tiene derechos como chileno porque eso es ser racista y peor aún, quieren explícitamente consagrar en la Constitución los métodos de castigo para usted por ser racista.
Es por esto que la Coordinadora Nacional de Inmigrantes presentará dos candidatos al proceso constituyente, estos son la cubana Catalina Bosch, una activista evidentemente ligada a la dictadura de su país y que se dedica de forma activa a coordinar las redes de inmigrantes con fines revolucionarios, y el peruano Manuel Hidalgo, un estrecho amigo y colaborador del mencionado Rodolfo Noriega, es más, teniendo en cuenta que la colonia cubana no es de las más reconocidas en Chile por ser numerosa, curiosamente la bandera cubana ha sido de las más vistas en las últimas manifestaciones de las organizaciones de inmigrantes que están sin duda aportando su grano de arena para tirar a Chile por el despeñadero de esta penosa revolución molecular.