Gobierno de Boric decidió no impedir que un guerrillero urbano que por poco asesinó a carabineros fuera liberado
El día 12 de febrero de 2021 un grupo de guerrilla urbana atacó una furgoneta de Carabineros prendiéndole fuego con seis carabineros dentro de ella, con la clara intención de quitarles la vida. Afortunadamente, el carabinero logró con pericia salvar su vida y tres de los involucrados en el ataque fueron capturados: los hermanos Ricardo y Victoriano Villegas y el ingeniero comercial Nicolás Piña.
Según constata Fiscalía, Piña estaba “cubierto por una capa plástica hecha con bolsas de basura, con máscara antigases y antiparras, lanzó una bomba incendiaria comúnmente denominadas Molotov, hacia el interior del furgón policial”.
Inmediatamente, una ola de lobby político dirigido por organizaciones de izquierda reclamó la liberación de estos terroristas, con especial énfasis en la figura de Piña, al punto de que, durante su campaña presidencial, Gabriel Boric lo visitó en la cárcel, ocurriendo incidentes donde Boric fue golpeado y hubo desmanes en el exterior del penal Santiago 1, donde se encontraba detenido.
Finalmente, el pasado jueves 17 de marzo la defensa de Piña solicitó un cambio en la medida cautelar del insurgente mientras espera juicio por homicidio frustrado contra carabinero, la cual fue aprobada gracias a que el abogado de Interior, representando la decisión política de Izkia Siches, indicó que “no tenía nada que agregar”, procediendo así a no presentar resistencia ante la defensa de Piña y permitiendo de facto su liberación.
El fiscal Centro Norte, Hugo Saldías, había contado con el apoyo del gobierno anterior para mantener una firme postura contra la liberación de este criminal, sin embargo, la nueva administración ultraizquierdista y favorable a la guerrilla urbana ha mostrado un cambio de rumbo para la liberación de más terroristas.