Gobernador del Bío Bío y diputado por La Araucanía cuestionan al gobierno por la absurda remoción del contraalmirante Jorge Parga
Sigue teniendo repercusiones la decisión tomada por el gobierno ultraizquierdista presidio por Gabriel Boric de remover al contraalmirante Jorge Parga como jefe de Defensa en la Región del Bío Bío tras apenas dos días de su nombramiento. Parga había tenido una excelsa labor en semejante función previamente, destacando por su compromiso con el resguardo de la integridad de la patria.
La decisión de remover a Parga fue a causa de la persecución política que el régimen de Boric profesa contra los uniformados que cumplen su función, en este caso, Parga había destacado en 2021 por defender a Leonardo Medina, un marino que durante la insurrección de 2019 atropelló en extrañas circunstancias a Manuel Rebolledo, quien falleció en el lugar. Parga declaró dos años después: “la Armada va a defender a sus funcionarios porque tenemos la convicción que él es absolutamente inocente”.
Frente a esto, se formó un grupo con tendencia izquierdista llamado Colectivo Justicia para Manuel Rebolledo, el cual había dado su respaldo en campaña a Gabriel Boric y que protestó inmediatamente tras el nombramiento de Parga para exigir que fuera removido. La comunista Camila Vallejo, quien ocupa el cargo de vocera del gobierno, justificó la remoción declarando: “Sí tiene que ver -con el caso-. Nuestro respeto es siempre a los derechos humanos y ante los antecedentes que pone la familia de Rebolledo, consideramos que era importante actuar rápidamente y hacer esta modificación”.
La decisión fue repudiada inmediatamente por actores relevantes, por ejemplo, uno de los directos afectados por la situación, el gobernador del Bío Bío, el ex democratacristiano Rodrigo Díaz, interpeló al régimen diciendo: “Que sí, que no, que nunca te decides, dice la canción. Yo creo que está bueno ya que estemos con estos errores que son de enseñanza básica”.
Por su parte, el diputado por La Araucanía y también ex democratacristiano, Andrés Jouannet, calificó el hecho como una desprolijidad del gobierno que da la señal a los uniformados de que NO deben cumplir con su deber o serán castigados. Al respecto agregó: “Creo fundamentalmente que el gobierno termina escuchando a Twitter, termina leyendo demasiado Twitter, y no entendiendo que los militares tienen ciertos códigos respecto de cómo funcionan. Los militares funcionan con órdenes, […] en el fondo la señal que se da es que finalmente el gobierno no va a respaldar políticamente cualquier acción que hagan los militares”.