Constituyentes desintegran Chile aprobando el Estado "regional y plurinacional" en nueva constitución
La Asamblea Constituyente, conducida por una mayoría de ultraizquierdistas, sigue deshaciendo la institucionalidad chilena para instaurar un nuevo tipo de totalitarismo a través de una nueva constitución.
Esta vez, los izquierdistas aprobaron por 103 votos contra 46, durante la jornada del 16 de febrero, que Chile será un Estado regional y no unitario, distribuido en “entidades territoriales autónomas”, lo cual demuestra la sovietización del país propuesta por estos exaltados. Según su sistema, Chile habría de distribuirse en regiones autónomas, comunas autónomas, autonomías territoriales indígenas y territorios especiales, y no es extraño que ocupen la palabra “autónomo” en exceso, pues el comunismo autonomista es una de las ideologías principales que cohabitan en la constituyente, misma ideología que profesa Gabriel Boric.
Además, la teoría indigenista y de género no se hizo esperar, puesto que la nueva normativa incorpora la paridad de género en las postulaciones a los nuevos cargos, pero sobre todo desintegra a la nación chilena en la “plurinacionalidad”, artilugio que, revertido de “reparaciones históricas” a los indígenas, solo busca desmontar la organización política de canon occidental y poner de relieve las supuestas “formas diversas de ver, organizar y concebir el mundo y de relacionarse con la naturaleza”, que en el fondo lo que buscan es cuestionar al Estado-nación chileno y la propiedad privada como motor de la vida social.
Esto se conjuga con el “pluralismo jurídico”, el cual permitirá a las comunidades indígenas juzgar con su propia “justicia ancestral” a los terroristas que dañen o asesinen a chilenos en nombre de alguna de sus supuestas causas reparatorias.