Conmoción por inmigrante asesino serial en Chile: asesinó a 8 personas en 8 días

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Por: Carlos Serka (El Coto)

El día de ayer una noticia estremeció a muchos dentro de las redes sociales y la opinión pública. Días atrás, se conocieron asesinatos de personas que se encontraban en situación de calle. Finalmente, un colombiano fue detenido por el asesinato de al menos 8 personas y dos asesinatos frustrados, dentro de las comunas de Santiago y Estación Central.

El colombiano de nombre Diego Alexander Ruíz Restrepo de 30 años fue detenido en su domicilio en Villa Portales, el cual ha sido calificado por algunos medios como un asesino en serie. Ruíz no solo armó este numerito quitándole la vida a otras personas, sino que ya tenía una sentencia por robo con sorpresa y por porte de armas, esta fue dictada en abril del año pasado.

El Subsecretario Juan Francisco Galli, informó que se debían terminar sus casos pendientes antes de ejecutar la expulsión del país, pero la justicia chilena no se caracteriza por su rapidez y eficiencia, excepto cuando le conviene para perseguir a ministros, carabineros y otros personajes criticados como la reencarnación del mismo Adolf Hitler, para eso sí que son rápidos y eficientes. Lo más probable, es que si la justicia hubiera aplicado el rigor que todos esperamos, al menos los ciudadanos que desean un país mejor, las personas asesinadas quizás hoy seguirían con vida.

Los asesinatos fueron realizados entre el 1 y 8 de noviembre pasado en el perímetro cercano a las intersecciones de Avenida Matucana con la avenida Libertador Bernardo O´Higgins en Santiago Centro. Según las palabras de la persecutora Pamela Contreras, "Estamos frente a un sujeto con una frialdad de ánimo muy fuerte". Claramente si al menos 4 de estas personas asesinadas eran personas en situación de calle los cuales no realizaron ninguna provocación al asesino colombiano. "Estamos en presencia de un asesinato de características horribles, como es el asesinato en serie", agregó el ministro de dicha cartera, Rodrigo Delgado.

El asesino ingresó a Chile en el año 2013 cómo turista, bastante largas sus vacaciones queda destacar. Por el porte de armas y robo con sorpresa, ya se le habían dictado 187 días de pena, pero según Galli podría haber sido sustituida por la expulsión. Además, agregó, "El Departamento de Extranjería y Migraciones solicitó concurrir a la audiencia de determinación de la pena para poder solicitar la pena sustitutiva de expulsión. Sin embargo, ello no se efectuó y esa persona no solo tenía esa condena, sino que estaba siendo investigado por otros delitos".

Fíjese usted el nivel de turista, imagínese usted hacer esto en países más desarrollados donde la policía aplica sin pudor la fuerza de la ley, o no solo eso, ¿se imagina que a usted con esos antecedentes, le dieran un cupo para escribir nuestra Nueva Constitución? Pero no se preocupe, porque estamos en Chile, y es un país de oportunidades para el avance del sicariato, la delincuencia y el narcotráfico bajo el cuidado del ala de esos supuestos defensores de los derechos humanos, pero para algunos, esos que podrían llegar a darle votos a esos políticos de los “despiertos”, nunca lo olvide.

Lo que esta noticia entrega, es una más para lo que podría ser, esa división entre algunos chilenos y extranjeros.

En Chile el narcotráfico hace unos años atrás era un juego de niños en comparación a Colombia, México, Bolivia, Venezuela, Nicaragua, Honduras y otros, pero al parecer, a los políticos les gusta tanto esa “multi culturalidad” que quieren manchar los nombres de algunos países, permitiendo entrar a ciudadanos de otros países que no vienen a ayudar mucho que digamos, sino que a generar un daño enorme afectando a otros ciudadanos de sus mismas nacionalidades dejándolos en ridículo frente a la opinión publica.

Extranjeros vienen a Chile a aportar, a buscar mejores oportunidades, e incluso, muchos de ellos entregan trabajos a otros chilenos o inmigrantes debido a que han logrado montar empresas, restaurantes u otros. Esos inmigrantes saben que no les deben nada, que Chile no es un orfanato de inmigrantes el cual debe entregarles miles de beneficios, porque ellos ya pasaron por situaciones así y saben cuales son los resultados. Que este mensaje quede claro, en Chile nadie necesita ni quiere a los delincuentes, ni los sicarios, ni los que tienen terno y corbata, tampoco a los corruptos, ni a los narcotraficantes. Es aquí donde debe quedar claro, si Chile fuese el infierno en la tierra cómo muchos chilenos dicen, entenderían que debemos superar primero problemas internos, cómo la pobreza y la delincuencia, y no nos podemos dar el lujo de importarla.

¿El justiciero social se atreverá a caminar solo por Plaza de Armas durante la madrugada? ¿O las guerras entre bandas criminales se lo impiden? No podemos seguir siendo los padrinos mágicos, o al menos querer serlo, porque eso no traerá ningún resultado favorable, y es que tampoco debemos, porque si no, significaría que Chile está tan bien, que puede hacer de papi Estado amoroso y simpaticón.

Revolución Molecular, Delincuencia