Bachelet valora el tratamiento de los derechos humanos en China mientras Xi Jinping desprecia su labor en la ONU
Un ambiguo entrecruce de declaraciones entre el líder comunista chino, Xi Jinping, y la burócrata de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, ha marcado la antesala de la visita que la socialista chilena piensa realizar el próximo viernes 27 de mayo a la dictadura comunista asiática.
El motivo de la visita se da en el marco de la gestión de Bachelet como Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, por lo que el tópico será la situación que se vive en los campos de concentración comunistas en la zona del Xinjiang, extenso territorio dentro de China donde la población de etnia túrquica y religión musulmana exige su libertad del régimen comunista, por lo que se ha disparado exponencialmente la persecución política y la opresión tiránica contra sus habitantes.
Ante ello, Xi Jinping despreció la presión de la ONU en esta materia e indicó: “lo que no es para nada necesario son los profesores arrogantes con otros países, y mucho menos que se politicen estos asuntos”. Sostuvo su argumento en la idea de que el Partido Comunista Chino tiene su propia doctrina de derechos humanos, la cual no sigue los principios occidentales, sino que “encaja con sus condiciones nacionales”.
Xi sostuvo que la doctrina de Derechos Humanos del Partido Comunista Chino tiene como objetivo la “felicidad del pueblo chino”, por lo cual se ajustaba a su proyecto llamado “democracia popular de proceso completo”, un tecnicismo para referirse a un comunismo cada vez más radical y avanzado.
Por su parte, Michelle Bachelet optó por una actitud más condescendiente hacia la dictadura china, declarando: “Admiro los esfuerzos y logros de China a la hora de erradicar la pobreza y de proteger los derechos humanos o de progresar en su desarrollo económico y social. También su papel para salvaguardar el multilateralismo y para lidiar con desafíos globales como el cambio climático”.
No es primera vez que la ONU demuestra un trato especial hacia la dictadura china, previamente la Organización Mundial de la Salud y el Partido Comunista Chino colaboraron activamente en el dictamen de políticas internacionales respectivas a las cuarentenas mundiales asociadas al covid-19; además, la ONU no ha expresado ninguna alarma específica respecto de las detenciones masivas en Shanghai en contexto de control estatal sanitario, cuyas imágenes han recorrido el mundo durante las últimas semanas.