Acusan al transexual Will "Lia" Thomas de exhibir su pene a sus compañeras de natación en camarines e incomodarlas
Una fuerte polémica en el mundo del deporte tiene como protagonista al transexual Will Thomas, hoy autodenominado Lia Thomas por identificarse a sí mismo como mujer desde 2019. La polémica comenzó con los sucesivos triunfos de Thomas respecto de sus compañeras realmente mujeres en todas las competencias de natación, coronando el pasado jueves 17 de marzo con su triunfo en el campeonato de 500 yardas de la NCAA.
Inmediatamente escaló la molestia por la evidente ventaja física de Thomas respecto de las mujeres, debido a la superioridad muscular y física que tiene cualquier hombre en este tipo de competencias contra mujeres, de hecho Thomas era un nadador mediocre compitiendo contra hombres, pero al creerse mujer ha “batido records”.
En un acto de justicia, el gobernador de California, el patriota Ron DeSantis declaró a Emma Weyant, quien llegó en segundo lugar después de Thomas en la competencia de 500 yardas, como la legítima ganadora de la competencia, lo cual fue aplaudido por miles de fanáticos del deporte alrededor del mundo, ya que es un verdadero acto de reivindicación de las mujeres, que no merecen ser humilladas en estas actividades por hombres.
Sin embargo, la polémica no se detuvo ahí, aprovechando el desconcierto mundial por el “triunfo” de Thomas, trascendió desde su equipo, el equipo de natación de la Universidad de Pensilvania, que incomoda a sus compañeras en camarines, donde exhibe despreocupadamente su pene y confiesa sentirse atraído por mujeres y que incluso tiene relaciones sexuales con personas de sexo femenino.
Las nadadoras de dicho equipo ya han cuestionado antes la presencia de su compañero en el team, precisamente por su ventaja física dada por su masculinidad, pero ahora la situación es más grave, porque raya en la intimidad de las nadadoras y su integridad psíquica y emocional.
Para peor, debido a la mafia de la teoría de género, la Universidad de Pensilvania les negó cualquier derecho a reclamo, indicando que tenían que aceptar al sujeto o sencillamente cambiarse de ropa en otra parte. Para peor, las nadadoras firmantes de las cartas de reclamo (16 de 35) han acusado tener miedo de que esta mafia las catalogue de “transfóbicas” y que, con esa etiqueta se ejerza contra ellas algún tipo de persecución.