Subsecretario de Prevención del Delito asegura que estamos viviendo el peor momento del país en materia de seguridad
El cientista político del PPD Eduardo Vergara, quien ejerce como subsecretario de Prevención del Delito, aseguró que en materia delictual Chile está en “el peor momento” y que cruza por una inflexión debido al aumento de homicidios y otro tipo de delitos de forma transversal.
El centroizquierdista declaró al respecto: “hay un delito que no solamente habla de la realidad y el nivel de violencia social que tenemos en el país, sino que además es el delito que no tiene reparación, que son los homicidios. Los homicidios vienen aumentando en el país por años, pero es en el año 2019 en comparación con el año 2020, cuando vemos un aumento del 20% a nivel nacional".
Vergara reconoció, además, que existe una intervención cultural en la juventud que ha validado la violencia y el uso de armas de forma homicida, de esta forma indicó: “hay un problema cultural asociado a la cultura del crimen organizado y el narcotráfico donde el poder, particularmente en manos de personas jóvenes, incluso en menores, se mide en base a si tienes o no armas".
La complejidad del fenómeno se agrava primero porque los delitos que antes se concentraban en la periferia ahora se pueden observar en todo lugar y hasta a plena luz del día, y segundo porque se han registrado delitos nuevos y de violencia mucho mayor.
Refiriéndose a una eventual solución, el subsecretario afirmó: “Tenemos que tener una inteligencia policial que funcione, una inteligencia civil que funcione, pero por sobre todo, lo más importante y que los hemos articulado operativamente desde la Subsecretaría de Prevención del Delito que la seguridad no va a ser solucionada por el Gobierno por sí solo y tampoco por el sector privado".
Sin embargo, es destacable que Vergara aprovechó de demonizar las armas, cuando se ha comprobado que es el contexto sociopolítico y cultural, y no las armas por sí solas, lo que aumenta la criminalidad, dado que en muchos casos las armas permiten a las víctimas defenderse a tiempo y salvar su vida, lo cual es un hecho que no conviene al gobierno y su narrativa pro-desarme de la población.
Además, se omite que la celebración de la violencia insurreccional desde el 18 de octubre de 2019 que propicia el mismo sector ideológico al que pertenece el gobierno puede ser otra de las causas, sumado al menosprecio a Carabineros avalado por los gobiernos tanto de Boric como de Piñera y al descontrol de la inmigración ilegal, permitiendo la entrada de mercenarios chavistas y mafias de crimen organizado acostumbradas al sicariato y otros crímenes aberrantes, debido a una política de fronteras abiertas que podría ser de hecho consagrada en la constitución si se aprueba que en sus artículos se contemple la prohibición de expulsar inmigrantes ilegales, tal como lo ha propuesto la ultraizquierda que domina la convención.