Racionamiento, mercado negro e inflación traería propuesta de alcaldesa @IracíHassler de congelar precios
En una explicativa y bien justificada misiva, un grupo de economistas egresados de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile respondió en un comunicado a la idea de la novel alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, quien también egresó de esa facultad, de fijar precios para hacer frente a la crisis.
Al parecer la alcaldesa comunista no prestó mucha atención a las referidas clases de economía pues Hassler señaló que “la fijación de precios es una de las herramientas que tiene Chile que debió y debe utilizarse, especialmente en algunos precios que son básicos en el país”. Solo en que tuvo razón en un aspecto: Sí fue aplicado en Chile, pero por el ex presidente Allende, causando un gran desabastecimiento en 1973, ocasionando la desaparición de muchos artículos básicos.
Para Hernán Cheyre, director del Centro de Investigación Empresa y Sociedad las fijaciones de precios máximos se justifican en aquellos casos en que no es posible que haya competencia entre distintos actores, como es el caso de ciertos servicios básicos que operan como monopolios naturales, porque las escalas de operación no generan espacio para más de un operador. Siempre puede pensarse en algún caso excepcional para una medida de este tipo y en un plazo breve. Pero la puerta que se abre con una decisión de este tipo hace muy difícil poder cerrarla después.
"Fijar precios es una muy mala idea. Aunque ello pueda parecer razonable. Lo que se enseña en los textos de estudio en cuanto a que las fijaciones de precios generan desabastecimiento e incentivan la aparición de ‘mercados negros’ –informales, por cierto, sin ningún tipo de control y sin pago del IVA–, en los cuales estos productos son comercializados a su verdadero precio de escasez, no es simple teoría. Los países que lo han aplicado han sufrido las consecuencias de ello, y Chile no ha sido una excepción, en un proceso paulatino que llegó a su punto culmine a comienzos de los 70, con lamentables resultados", indicó el experto.
El premio Nobel Milton Friedman dijo "Nosotros los economistas no sabemos demasiado, pero lo que si sabemos es crear escasez. Si usted desea crear una escasez de tomates, por ejemplo, emita una ley por la que los negocios no puedan vender tomates a más de dos centavos por kilo. Instantáneamente tendrá escasez de tomates. Lo mismo sucede con la gasolina o el gas."
Un estudio publicado por el recién fallecido economista Daniel Wisecarver, del Centro de Estudios Públicos, titulado Regulación y desregulación en Chile, lo explica claramente:
En el caso de Chile, durante la administración del Presidente Allende, la Dirección de Industria y Comercio (Dirinco) llegó a fijar cerca de 3.000 precios de productos de consumo habitual, pero también de productos como casas para perro tipo chalet y guantes de lana para infantes. Dado que los precios fijados eran inferiores a los que el mercado libre determinaba, paulatinamente comenzaron a desaparecer dichos artículos del comercio establecido formal, generándose largas filas para adquirir lo que hubiese disponible, y finalmente sólo era posible conseguirlos en el mercado negro a precios superiores incluso al que se hubiese observado en una situación de no intervención.
Adicionalmente, aquellos productos que seguían en el mercado formal deterioraron su calidad para así lograr ajustar el costo de producirlos al precio fijado, lo que generó productos como el llamado “pan negro” elaborado con harina de menor calidad. Esta estrategia evidentemente no logró ni siquiera su objetivo primario, ya que en 1972 la inflación superaba el 160% y en 1973 el país estaba prácticamente sufriendo una hiperinflación. Así la inflación según el IPC oficial alcanzó un 508,1%, pero indicadores alternativos y posteriores, que consideran también los precios en los mercados negros, elevan esa cifra hasta casi un 1.000%
Wisecarver, autor de El Modelo económico chileno, se graduó con honores de una de las universidades más prestigiosas del mundo: la universidad de Chicago, cuna de premios Nobel de Economía que, desde 1969, ha graduado a 12 galardonados. Allí obtuvo ahí su doctorado y posteriormente fue profesor de la ESEN desde 1995 y director académico entre 1998 y 2018, además de profesor en otras universidades en Latinoamérica.