PDI al descubierto: Ex Director Nacional es acusado de millonaria malversación de fondos
Luego de que en 2019 se diera a conocer sobre el caso que involucra al ex director nacional de la Policía De Investigaciones (PDI), Héctor Espinosa, hoy, el tema ha resurgido en la palestra pública. Esto, dado que el lunes recién pasado, el Consejo de Defensa del Estado (CDE) presentó una querella criminal en contra de Espinosa y “todos quiénes resulten responsables” por “tres delitos vinculados a hechos de corrupción”.
De acuerdo con la investigación, al ex PDI se le imputan una serie de delitos reiterados que habría cometido el alto directivo junto al subcomisario Eduardo Villablanca Inostroza y la cónyuge de Espinosa, María Neira Cabrera. Cabe mencionar que, entre las graves faltas, se encuentran, lavado de dinero y falsificación de instrumentos públicos.
“El querellado Héctor Espinosa Valenzuela, entonces director general de la PDI, concertado con el subcomisario Eduardo Villablanca, su ayudante al momento de los hechos, sustrajeron cuantiosos caudales públicos provenientes de gastos reservados, los que este último depositó en efectivo en cuentas corrientes de Espinosa y de su cónyuge, así como en cuentas propias.”, señala el CDE en el informe.
“Como una forma de ocultar las sustracciones, en el proceso de rendición genérica y anual de los gastos reservados ante la Contraloría General de la República, el querellado falsificó y/o utilizó declaraciones juradas mendaces de buena inversión, mediante las cuales sostenía, bajo juramento, que estos se emplearon en los fines propios de la Policía De Investigaciones de Chile y en las misiones que le son inherentes, relativas al orden público y seguridad interior y exterior del país”, detalló el organismo.
En este sentido, el CDE explicó que la forma de actuar de Espinosa y sus cómplices era a través de “certificados dolosos”, los que a su vez, considera un fraude que asciende a una suma mensual promedio de 30 millones de pesos.
Cabe recordar que las actividades del ex funcionario ya han sido cuestionadas en otras oportunidades. Instancias en las que, desde su llegada a la PDI en 2015, lo han hecho verse envuelto en una serie de controversias por fraudes, tales como, compras de vehículos por sumas mayores a las oficiales y adquisición de viviendas.
Además de lo anterior, el organismo fiscalizador identificó un “déficit de chalecos antibalas y cascos balísticos”. Situación por la que también podría verse implicado.