Gobierno castiga al cónsul Jaime Ferraz por haber acusado irregularidades en nombramiento del hijo de Carmen Hertz
El régimen liderado por el partido comunista a través de Gabriel Boric ha decidido castigar contundentemente al cónsul chileno en Barcelona, Jaime Ferraz, luego de que se difundiera la molestia del mismo por el sorpresivo e irregular nombramiento de Germán Berger como agregado cultural del gobierno en España.
La irregularidad ocurre no solo porque Berger es hijo de la guerrillera y diputada comunista Carmen Hertz, quien tiene una fuerte influencia en el Gobierno, sino porque este cargo se desempeña en Madrid, y no en Barcelona, lo que parece indicar la necesidad del régimen en Chile de tener comunicación con grupos de contraculturales de izquierda en la región de Cataluña, lugar donde los insurrectos independentistas tienen una estrecha relación con la ultraizquierda española e internacional, lo cual podría generar un fuerte conflicto diplomático de Chile con el país ibérico.
Con todo, lo improvisado de este nombramiento quedó demostrado en cosas tan básicas como que en el Consulado chileno en Barcelona no hay espacio físico para que Berger ejerza sus funciones. De tal forma, Ferraz acusó la situación a la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Ximena Fuentes.
Sin embargo, el caso no quedó solo en la interna de Cancillería, sino que fue difundido a nivel nacional, y la opinión pública reaccionó con justificado desprecio a este irregular nombramiento, lo cual generó la ira de Carmen Hertz y la canciller Antonia Urrejola, quienes con fanatismo y sin atender razones defendieron la decisión, en concreto, Urrejola mandató a que Berger comience sus funciones en Barcelona porque eso era una decisión tomada.
Tras tales eventos, Cancillería decidió castigar a Ferraz, culpándolo de que se filtrara su legítima queja a la opinión pública. Así, el ultraizquierdista Javier Velasco, quien fue nombrado como embajador de Chile en España por ser amigo íntimo de Gabriel Boric, realizó una anotación de demérito contra el cónsul Ferraz por haber incomodado a Berger y a Hertz.
Son anotaciones de demérito aquellas destinadas a dejar constancia de cualquier acción u omisión del empleado que implique una conducta o desempeño funcionario reprochable, y en este caso, lo que se busca es manchar la hoja de vida del cónsul Ferraz en represalia de su legítimo cuestionamiento, que incomodó a una de las familias emblemáticas del Partido Comunista.