Fueron detectados: el grupo de travestis "indetectables" que vandalizó la bandera chilena lleva seis años realizando "pornoterrorismo"

Con el hashtag #GameOver durante la noche del sábado 27 de agosto miles de simpatizantes de la opción “apruebo” en redes sociales asumieron que su opción de cara al plebiscito había recibido un daño letal, el motivo fue que esa misma noche, en el cierre de campaña del “apruebo” en la ciudad de Valparaíso, al cual el alcalde ultraizquierdista Jorge Sharp llamó a asistir en familia, el show principal estuvo a cargo de la banda de travestis de izquierda “Las Indetectables”, quienes llamaron a abortar Chile, entre otras cosas, mientras uno de sus integrantes extrajo de su recto una bandera chilena. Con esta performance el grupo quiso simbolizar que la opción “apruebo” es la opción que busca la abolición de Chile y la normalización de la degeneración, lo cual lograron con éxito, especialmente delante de menores de edad.

Sin embargo, una vez viralizada la performance, comenzó ha tomar importancia el origen de este tipo de performances, las cuales son bastante comunes en las comunidades de “marikas” marginales e insurrectos (se llaman así a sí mismos) que siguen la obra de depravados y pederastas de reconocimiento internacional, el homosexualista comunista radical Pedro Lemebel y el deconstruccionista “Hija de Perra”, otro travesti famoso por revolcarse en estiércol y fluidos humanos, son parte de sus influencias, ambos murieron a causa de su vida insalubre.

Estas comunidades que mezclan el anarquismo, el marxismo y la teoría de género más radical, buscan en este tipo de actos entregar un mensaje que busca la abolición de la religión, del patriotismo y de la propiedad privada, por lo general su espectáculo se basa en mutilarse, introducirse objetos en el recto y lanzarse excremento y otros deshechos entre sí y al público, en concreto estos “indetectables” empezaron su colectivo en 2016, donde su show con la bandera chilena es un clásico. A este tipo de espectáculos se los llama “pornoterrorismo” o “post-porno”.

De hecho, fue revelado hace poco que fueron estos mismos travestis los que hicieron lo mismo en plena calle durante la insurrección anarco-comunista de 2019. En su página web puede leerse que hablan de sí mismos: “cruzan el activismo, la calle, la academia, los festivales de arte, las conferencias, charlas y las organizaciones por el derecho al trabajo sexual”, además señalan: “Sus más importantes performances se han llevado a cabo en la discoteques y actos culturales disidentes del colectivo LGTBQ+. Se definen como un equipo multidisciplinario, “que genera y almacena registros audiovisuales, para difundir y disponibilizar prácticas artísticas que desbordan la institucionalidad del arte en Chile”.

Si bien, debido al escándalo debieron borrar su cuenta de Instagram, cuentan también con una página en Facebook en la cual pueden verse sus rostros y actividades con mayor nitidez. Cabe destacar que hay muchos colectivos de este tipo operando en Chile, algunos incluso intentan reclutar menores de edad en liceos tomados por el comunismo y el anarquismo, también se presentan impunemente en universidades con la venia de académicos y políticos de ultraizquierda. Un antecedente también fue registrado cuando en el extinto programa “Las Gansas” de La Red un colectivo similar se introdujo un crucifijo en el ano en plena televisión abierta.