El presidente Piñera descarta el estado de sitio para La Araucanía y mantiene el estatus de catástrofe
El presidente Sebastián Piñera, luego de la reunión celebrada con líderes de Chile Vamos, descartó imponer el estado de sitio en la región de La Araucanía, y ha abogado en vez de eso por mantener el actual estado de catástrofe en la zona debido al incremento de la violencia registrada durante los últimos meses por parte de grupos de ultra izquierda. Esto pese a lo expresado este jueves por su vocero Jaime Bellolio que no se descartaba esta opción.
En un encuentro que ha durado más de tres horas y en el que el mandatario se ha reunido con los mandamases de los principales partidos políticos, Evolución Política (Evópoli), la Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN), Piñera ha explicado que se reforzará dicho estatus para facilitar "patrullajes mixtos" por parte del Ejército y la Policía en la zona.
"Estamos al límite, pero la última ratio que tenemos es esto", ha dicho ante la situación de crisis que vive La Araucanía, a pesar de la presión de sus aliados y de otras voces de la política chilena, a favor del estado de sitio.
Para el líder de Evópoli, Andrés Molina, la zona se encuentra al bordo de una "guerra civil". Por ello, ha pedido al Gobierno declarar el estado de emergencia o de sitio en la región para tener un mayor margen de maniobra y frenar los "ataques incendiarios" y el aumento de la violencia.
Tras la reunión, Molina ha matizado que "no se ha negado nada" y ha afirmado que tiene "la esperanza de que en los próximos días se note un cambio real". "Estamos viendo un trabajo mucho más coordinado en los puntos de control y hay gente que está siendo detenida", ha manifestado en relación a la labor de agentes y miembros del Ejército.
Por su parte, algunos personeros de la izquierda han mostrado su reticencia a aplicar medidas de mayor magnitud con la excusa de que esto "exacerbe más los conflictos sociales y políticos" que imperan en la región desde finales de 2019 lo que supondría un mayor coste político para el Gobierno. Sin embargo la violencia igual va en escalada y parece indetenible con acuerdos y diálogos.
Las autoridades han negado en repetidas ocasiones estas acusaciones y, por el contrario, han mostrado evidencia de los hechos cometidos por grupos de ultraizquierda e incluso guerrilla ligada a las Farc de Colombia como los responsables de numerosos incidentes violentos en la zona, como ataques a fincas y a sus propietarios.