El caso Tomás Bravo pone a los canales de tv en la mira: el espectáculo del morbo
El caso Tomás Bravo ha resultado, por todas las características que encierra el caso, no solo un reto policial. También, en cuanto a lo informativo, ha remecido la complicada matriz social chilena.
El morbo, los sesgos de opinión, el amarillismo, los engagements y el rating televisivo no son un elemento ajeno a esta tragedia que no solo enlutó a una familia, sino que ha entristecido a quienes han llevado el hilo de este suceso.
“La cobertura televisiva del caso Tomás Bravo nos lleva a reflexionar cuán lejos podemos llegar si somos presa del morbo. No podemos convertir el dolor ajeno en un ESPECTÁCULO. Toda víctima merece respeto y dignidad y los medios de comunicación deben estar a la altura”, escribió Carolina Cuevas, Presidenta del Consejo Nacional de Televisión en su cuenta de Twitter.
Según dio a conocer hasta el miércoles el organismo había recibido 45 reclamos por la cobertura que se la ha dado el caso en la televisión. Asimismo, se detalla que la mayoría de estas fueron presentadas en contra de los noticiarios Chilevisión Noticias, Tele13 y MegaNoticias.
Al respecto, el (CNTV) cuestionó la cobertura en pantalla que se le ha dado al caso de la muerte del pequeño Tomás Bravo, apuntando a la gran cantidad de denuncias de las cuales el CNTV precisa que 22 de estas apuntan al morbo e incitación al odio, señalando, por ejemplo, que los programas de TV “cuestionan a las instituciones respecto de las tardanzas en la investigación, perpetuando la desconfianza e incitando al odio”.
Pero el trino de la presidenta del organismo contralor de la televisión generó a su vez reacciones por parte de otros tuiteros que reclaman que estas desproporciones televisivas no sean solo cuestionadas en redes sociales, sino que vayan más allá de una simple reprimenda pública.
Agrega un aspecto interesante a este cuestionamiento la investigación realizada por el Instituto Reuters y que se realizó en conjunto con la Universidad de Oxford, que da cuenta que el porcentaje de chilenos que dice confiar en las noticias de los medios de comunicación bajó de 53% en 2018 a 30% en 2020. Esta baja es la más pronunciada en el continente.
Una de las hipótesis del estudio señala que “la gente relaciona a los medios (informativos chilenos) con la elite, el poder e incluso con la difusión de noticias falsas”. A lo que se agrega; “Chile sobresale al pasar la confianza en las noticias de estar por encima del promedio mundial a caer significativamente por debajo, con sus ciudadanos expresando, en 2020, el grado de confianza más bajo de los cuatro países latinoamericanos analizados aquí”.
Para el periodismo el caso Tomás Bravo debe significar una revisión de los estándares televisivos y especialmente de la ética periodística. No solo la CNTV está atenta a estos desajustes comunicacionales. La sociedad también reclama. Y sabe cómo y dónde reclamar.