Debate sobre el daño a las inversiones tensiona el debate sobre la reforma tributaria que propone el gobierno de Boric

La reforma tributaria propuesta por el régimen de izquierda de Gabriel Boric se ha transformado en una de sus primeras grandes batallas a nivel de debate político en el Congreso. El proyecto fue presentado el presente viernes 1 de julio tanto por el mismo presidente como por el ministro de Hacienda, Mario Marcel, quienes buscan, desde una óptica socialdemócrata, llegar a una “justicia tributaria” que le permita al gobierno implementar su programa de transformaciones para el país.

Marcel explicó: “Esto ocupa un lugar muy importante en la agenda de gobierno. Sabemos muy bien que la reforma tributaria busca generar recursos para financiar buena parte de la agenda, de ampliación de desarrollo de derechos sociales, de diversificación productiva, de descentralización, pero al mismo tiempo también busca mejorar el sistema tributario”

La reforma se basa en cuatro pilares principales:

1- Financiar una cobertura socialista de servicios como la salud, la previsión y un llamado “sistema nacional de cuidados”.

2- Contribuir a la inversión en diversificación productiva e innovación.

3- Apoyar la descentralización.

4- La preservación del medio ambiente, mediante reducir emisiones y subsidiar la promoción de conductas responsables.

Con todo, desde la centroderecha y la derecha se han levantado las principales voces que combaten esta reforma. El diputado de la UDI, Guillermo Ramírez, destacó: “Recibimos la propuesta con un sabor agridulce; dulce porque el gobierno ha demostrado capacidad de diálogo, quiere conversar y llegar a acuerdos, pero agrio porque es una reforma que, en nuestra opinión, va a afectar gravemente a la inversión. Creemos que así como está es una mala reforma, demasiado grande, demasiado ambiciosa […] Creemos que, por ejemplo, el instrumento de subir las tasas de impuesto a las personas es malo. Deberíamos apuntar hacia mayor formalización. Respecto a los tiempos de tramitación, el ministro Marcel dijo que quería una tramitación seria en los tiempos que corresponde”.

Por su parte, el diputado republicano Agustín Romero, apuntó al sustrato de economía posmarxista que presenta el proyecto: “Es lamentable la carga ideológica de la reforma tributaria, que castiga a los que pagan impuestos y desprecia a quienes inviertan, por ejemplo, en propiedad, lo que posiblemente afectará a la construcción, industria que da mucho trabajo, y al precio de las viviendas”.